El 22 de octubre de 2012 los miembros
del Club de Lectura se reunieron para debatir sobre periodismo literario en
EE.UU, con énfasis en los escritores hispanos. Dos moderadores lideraron el
debate.
Luis Garcia, hizo una presentación
sobre los orígenes del periodismo
literario en Estados Unidos. Puso varios ejemplos de relevantes autores americanos
que incursionaron en este género periodístico como: Truman Capote con su obra maestra “A sangre fría”. Luego expuso ejemplos de autores hispanos que
igualmente incursionaron en el tema: Oscar Hijuelos, de ancestros cubanos y quien fue el
primer hispo en ganar un Pulitzer con su obra “Los Reyes del Mambo tocan
canciones de amor”; Andrés
Oppenheimer, periodista argentino de nacimiento
y nacionalizado estadounidense, quien es editor y columnista del Miami Herald;
y Jorge Ramos, mexicano de nacimiento y nacionalizado estadounidense quien es
periodista del Noticiero Univisión y ganador de Premios Emmy por excelencia en
el periodismo.
El otro moderador, Jorge Olivera, compartió
con los participantes el libreo de este género literario “El tiempo de las mariposas” de Julia Alvarez.
Miembros del grupo compartieron su experiencia en la lectura de:
Miembros del grupo compartieron su experiencia en la lectura de:
La casa en Mango Street de Sandra Cysneros
La breve y maravillosa vida de Óscar Wao
de Junot Díaz
El secreto de Cristóbal Colón de David Hatcher Childress
Una sencilla melodía habanera and Los
Reyes del Mambo tocan canciones de amor de Oscar
Hijuelos
Conquistadora y El sueño de América de Esmeralda Santiago.
PERIODISMO
HISPANO EN ESTADOS UNIDOS
Por Lucas Garve.
El año de 1808 marca la fecha de aparición
del primer periódico en EEUU que se redacta en español, El Misisipí. Las
publicaciones hispanas de los EEUU han tenido desde su primera historia hasta
nuestros días que ofrecer informaciones alternativas y muchas veces contrarias
a las publicadas por la prensa angloparlante. El periodismo hispano asumió
desde siempre funciones y responsabilidades nunca ejercidas por los periódicos
y revistas en España y América Latina.
Estas funciones han abarcado, además de
anunciar productos, servicios y noticias locales y mundiales a: el activismo
social y político, la promoción del civismo, la defensa de la comunidad
hispana, el patrocinio de las celebraciones patrióticas y culturales, la
provisión de un foro para la expresión e ideas del público por medio de cartas,
la publicación de poesías, cuentos, ensayos, novelas y hasta obras teatrales
para el entretenimiento y la elevación del nivel cultural de la comunidad, en
cuanto a esta última función algunos periódicos crearon casa editoriales para
una difusión a mayor escala de la producción intelectual y artística de los
hispanos.
El periodismo hispano se desarrolló, como
es natural en territorios donde existe una comunidad hispana importante,
primero en el sudoeste de los EEUU (antiguos territorios del norte de Méjico) y
en la costa este en nueva York, y la Florida posteriormente.
Entre 1848 y 1910, se produce un período en
que el norte de Méjico se convierte en el sudoeste de los EEUU y esto lleva a
la fundación de muchos periódicos editados en español como alternativa al flujo
de informativo y cultural anglosajón.
En centros urbanos de importancia comercial
e industrial como Los Ángeles y San Francisco aparecen La Estrella de Los
Ángeles (1851-1855), El Clamor público (1855-1857), La Crónica (1872-1892); en
San Francisco a su vez, La Voz del Nuevo Mundo (1871-1885), La República
(1879-1897) y es válido apuntar que en pueblos y ciudades menores aparecen
periódicos locales.
Desde esa época surge el periodismo
literario entonces, una de las piezas más curiosas aparecidas en esa época es
la serie publicada en La Gaceta de Santa Bárbara (4 junio- 23 julio 1881) sobre
la figura del legendario bandido social Joaquín Murieta. Este personaje tuvo
motivos de venganza por los abusos cometidos contra los nativos hispanos por
los forasteros anglos que fueron a California impulsados por la fiebre del oro.
El comienzo del siglo XX trajo una
emigración mejicana abundante al sur y al medio-oeste de EEUU a causa de la
Revolución mejicana. Los obreros inmigrantes y las élites refugiadas se
entremezclan con los residentes de ascendencia mejicana. Estos refugiados
tuvieron un papel importante en la promoción publicitaria y en otros negocios y
desde una perspectiva comunitaria difundieron una ideología de la comunidad que
se dio a conocer como “el Méjico de afuera”.
La Prensa en San Antonio, La Opinión y el
Heraldo de México en Los Ángeles prestaron sus páginas a los escritores de más
talento de Méjico, España y Latinoamérica para que sirvieran de columnistas,
reporteros y críticos. Incluso, con rango de periodistas, trabajaron
dramaturgos que ofrecieron al público sus obras de teatro y vaudeville con el
mayor número de obras que la prensa hispana haya publicado en EEUU.
Esos mismos periódicos sirvieron de soporte
a la difusión de poesía, ensayo y novela, numerosos de ellos publicados en
ellos y otros tantos en forma de libros por pequeñas compañías impresoras de
periódicos también como Laredo Publishing House, Spanish American Printing de
los Ángeles, Imprenta Bolaños Chaco Hnos. de San Diego, etc.
Todo lo publicado en ese período lleva
implícito la difusión de una ideología tradicionalista y conservadora que busca
de cierto modo proteger la lengua materna –el español- y la identidad mejicana
en el medio ambiente amenazado por la influencia socio-cultural anglosajona.
Ignacio E. Lozano fue el político,
empresario más perseverante en la proyección de esta ideología pues fue el
fundador de los dos periódicos más importantes en la historia del periodismo
hispano de la época: La Prensa de San Antonio (1913) y La Opinión de Los
Ángeles. Su labor sobre todo fue la de proporcionar información y servicios a
la comunidad hispana.
La industria periodística hispana con
influencia mejicana en el sudoeste de EEUU sufrió su caída en el período de la
Gran Depresión y la repatriación a Méjico de un gran segmento de la población
mejicana residente y sólo vuelve a proliferar en el período de posguerra y con
el movimiento chicano.
PERIODIOSMO HISPANO EN LA COSTA ESTE DE EE
UU
En el siglo XIX, surgen periódicos editados
en español en Nueva York y Tampa. Principalmente, en comunidades de hispanos de
origen español, cubano y mejicano. Tenemos como ejemplos El Mensajero Semanal
(1828-1831), El Mercurio de Nueva York (1828-1833), La Crónica (1850), pero fue
a finales de siglo que la producción periodística creció sin dudas como
respuesta a la creciente inmigración hispana y a las campañas
político-culturales de las guerras de independencia y a la Guerra
Hispano-americana.
Es notoria la importancia para nosotros, de
la fundación del periódico Patria (1892-1898) por José Martí y Pérez en Nueva
York. Medio de difusión de las ideas independentistas del Apóstol y del fervor
patriótico y de unión de las comunidades cubanas en los EEUU y vehículo de
otras voces de patriotas intelectuales cubanos.
Otro periódico importante para la comunidad
hispana fue Las Novedades (1893-1918) fundado por Pedro Henríquez Ureña, además
La Gaceta Ilustrada de la comunidad portorriqueña y El Porvenir y la Revista
Ilustrada.
Ya en el siglo XX, las empresas
periodísticas españolas y cubanas dominaban el ambiente cultural e informativo.
En la primera década, se funda La Prensa que existe todavía con el nombre de El
Diario-La Prensa, después de la fusión con El Diario de Nueva York en 1963.
También, en esos años surgieron Sangre Latina, de la Universidad de Columbia,
la Revista Pan Americana, La Paz, la Revista Mensual de Comercio, Literatura,
Ciencias y Artes.
Es para destacar que en 1927, comenzó a
publicarse el semanario Gráfico, fundado por el cubano Alberto O’Farrill,
escritor y actor del bufo y dirigido por un grupo de artistas y escritores,
muchos ligados al auge del teatro hispano en Harlem, Manhattan y Brooklyn.
Realmente una revista que además de informar noticias generales y de la
comunidad, publicaba variedades culturales, crítica de zarzuelas, teatro bufo
cubano, cuentos, poesías, etc.
Con la Depresión y la resonancia de la
Guerra Civil Española en los años 30, aparecen publicaciones de corte liberal y
socialistas. En 1930, Vida Obrera y en 1943, Cultura Proletaria y España Libre.
Además entre los 30 y los 40, se hace visible ya la tendencia nacionalista
portorriqueña con la publicación de Alma Boricua (1934-1935).
La evolución del periodismo hispano en
Tampa, La Florida tuvo un desarrollo particular. Porque a fines del siglo XIX
la industria tabacalera de Cuba se traslada a esa ciudad por causa de la guerra
de independencia y por acercarse a sus mercados principales y evitar tarifas de
importación. Divisiones étnico-raciales tuvieron su eco en la creación de
asociaciones mutualistas como el Centro Español, El Centro Asturiano, el
Círculo Cubano y la Sociedad Martí-Maceo.
Hubo revistas y diarios que defendían los
intereses de los patronos y otras los intereses de los obreros, por ejemplos,
La Revista de Rafael Ibor, hijo del dueño de la fábrica de tabacos más
importante y del otro lado los órganos de los tabaqueros de Tampa: Federación,
Federal, El Internacional, Boletín Obrero.
Surgieron también la revista quincenal El
Cubano (del Círculo Cubano de Tampa), La Raza (1918), Tampa Ilustrado y La
Gaceta, todas defendían los intereses de la comunidad hispana y en ellas
publicaron numerosos artículos, publicidad y páginas literarias.
Aparte
de los periódicos de importancia, productos de empresas de consideración, los
que distribuían sus diarios en muchos pueblos y ciudades, fueron abundantes también
los semanarios de los que hubo centenares, los que representaban el tipo de
publicación hispana más frecuente porque contaban con un equipo y servicio
modesto. Estos últimos difundían las noticas más importantes de la región, la
nación y del mundo hispano, además de ofrecer literatura, ensayos, crítica
literaria y representaban todos en conjunto el eje de la resistencia
lingüística cultural en respuesta a la abrumadora asimilación cultural
anglosajona.
En los años 1920 hasta finales de los 30
hubo un florecimiento de la prensa hispana, con su natural consecuencia en el
periodismo literario en el sudoeste sin dudas se sentía la influencia mejicana,
pero en Nueva York y Tampa, las influencias de las comunidades cubanas y
españolas fueron más fuertes. Este período tuvo como característica que se hizo
sentir en los EEUU una conciencia hispana pues hubo una integración de escritores
y editores de muchos países de habla hispana.
En La Florida, la instalación de una
extensa colonia de exiliados cubanos y con los años latinoamericanos en general
produjo la creación del Diario de Las Américas de Horacio Suárez y en los 70 la
aparición de El Nuevo Herald, la aparición de pequeñas revistas y semanarios
relacionados con los exiliados cubanos para su información local y comunitaria.
Sin lugar a dudas la influencia de las
Tics, marcó una nueva etapa en el desarrollo de la prensa hispana en EEUU y las
páginas digitales de periódicos editados en español cubren acontecimientos
mundiales, nacionales, locales y publicitan servicios brindados en la
comunidad.